Ayer hubo elecciones presidenciales en Venezuela. Según el primer boletín del CNE, con 90% de casillas computadas, Hugo Chávez obtuvo 54% de votos y Henrique Capriles 45%. La participación electoral rondó el 80%. Cada elección cuenta una historia y sirve para hacer comparaciones entre odiosas y útiles que ponen a prueba nuestra teoría o visión general del mundo. La de Venezuela es una de ellas.
Un sesgo común al opinar sobre elecciones es calificar a un sistema electoral dependiendo del resultado. Si gana el candidato que me gusta, la democracia funciona y el sabio pueblo ha hablado. Si pierde, entonces hubo fraude, o algo anda mal con la democracia o, ya de plano, con los votantes (pueblo tonto).
Y como en este 2012 ganó la izquierda en Venezuela por tercera vez y en México perdió por segunda vez, las disonancias no se hicieron esperar. Ayer en tuiter lancé algunas preguntas al aire.
Preguntas comparativas odiosas
- ¿Las elecciones en Venezuela son más “libres y auténticas” que las de México o menos?
- ¿Si el aumento en homicidios es razón suficiente para exigir que renuncie Calderón (o pierda su partido), dirías lo mismo para Hugo Chávez?”
- Si Chávez no es un dictador porque allá hay “elecciones libres y hasta oposición”, entonces la Cuba de Castro es una _____?”
- Si gana Chávez hay que respetarlo porque hubo “elecciones libres”, pero si gana Peña seguro fue imposición? (asegúrate de que tu respuesta sea coherente con la de la pregunta 1).
A botepronto, mis respuestas a las preguntas anteriores son:
Las elecciones en México son más libres y auténticas que las de Venezuela. Y no es cuestión de semántica: Si ambos países son democracias, Venezuela es una democracia de menor calidad. Si ambos países son regímenes autoritarios, México es menos autoritario. Por último, México puede ser una democracia y Venezuela no pero no al revés.
Evidencia. Según Polity IV, México es democracia y Venezuela no. Según Freedom House, en términos de libertades civiles y derechos políticos, tanto México como Venezuela son “parcialmente libres“, pero México tiene calificación de 3 y Venezuela de 5 (donde 1 equivale a máximas libertades, Cuba tiene 6.5 por ejemplo).
Meto a Cuba en la comparación por aquello de que “tanto México como Venezuela son igual de malas”. No, la calidad democrática es una cuestión de grado, sí, pero es mas o menos observable. Va un ejemplo: Chávez, a diferencia de Castro, está dispuesto a someterse al escrutinio del electorado.
Creo que la derrota del PAN en 2012 se debe, en parte, a los terribles resultados en materia de seguridad y combate al narcotráfico. Venezuela es un país aún más inseguro y con mayores tasas de homicidio que México. Con base en este issue solamente, Chávez merecía perder algunos votos.
El proceso y el resultado importa. Si el triunfo de Chávez, con un margen de 10 puntos porcentuales, es un triunfo de la democracia bolivariana, entonces dificilmente puede llamarse imposición al triunfo de Peña por 6 puntos. Una de dos, o ambas son imposiciones o ambas son democracias con muchos adjetivos.
Diferencias en el proceso: Peña, a diferencia de Chávez, enfrentó a sus rivales en la spotiza y en dos debates en televisión nacional (y esto no es mérito de Peña, sino de nuestras reglas electorales, por cierto).
Diferencias en el resultado: En Venezuela fue reelecto un presidente que está en el poder desde 1999, mismo que modificó la constitución para poder hacerlo indefinidamente y la distritación electoral para aventajar a su partido en el Congreso. En México, el PRI regresa tras estar fuera del poder por 12 años y sin tener mayoría en el Congreso.
Noten que este ejercicio comparativo es independiente de si me gusta mucho o poco la izquierda que ganó allá o la derecha.que perdió acá. Podría comparar la existencia y calidad de los pesos y contrapesos en ambos países, o la discrecionalidad de la política pública de aquí y allá. Pero creo, espero más bien, que mi punto central es suficientemente claro: Sí, las comparaciones son odiosas pero ilustrativas. Y no, México no es Venezuela y hay que entender por qué.
Lecturas relacionadas:
- “The Logic of Electoral Authoritarianism“, por Andreas Schedler
- Venezuela: Anatomy of a collapse. Ricardo Hausmann & Francisco Rodríguez (eds.)
- Democratura. Chávez, el camino de la dictadura. Guillermo Sucre.
Javier, me gustaron más las preguntas que los criterios de comparación. Siguiendo con estos, es necesario decir que en Venezuela (que no sólo no es México sino que es un país mucho más polarizado que México), la misma noche de la elección el escrutinio arrojó un ganador (Había un 90% de mesas escrutadas), y el perdedor aceptó sin más. En segundo lugar, en Venezuela, con una autoridad electoral mucho menos sofisticada y (por cierto) mucho más austera que la de México, existió la posiblidad de implementar un sistema de voto electrónico confiable. Entonces, si de tu comentario se desprende que las reglas en México son más democráticas que en Venezuela, hay que decir que el comportamiento de los actores (incluyendo a los partidos políticos y a la autoridad electoral) fue bastante más democrático en Venezuela. Por las dos cosas, paradójicamente, nos distinguimos.
Gracias por tu comentario. Es cierto, hay varias formas de responder mis preguntas al aire. Polity y Freedom House son “comprehensive”, creo. No quise meterme en el asunto de comparar conductas de actores, en parte porque éstas responden a las reglas del juego. Capriles concedió cual demócrata (o como alguien que sabe que esto es carrera larga), pero Chávez hace y deshace cual autócrata (¿cómo llamarías a quién cambia la constitución para reelegirse o la redistritación a su favor?).
En cuanto a organización estrictamente electoral, ahí la llevamos. El conteo rápido del IFE está listo 11pm, casi a la misma hora que el corte preliminar del CNE. No defiendo al IFE a ultranza: es factible organizar elecciones tranquilas y confiables con menos presupuesto y menos regulación. Para prueba las elecciones de casi todo el mundo democrático Pero dentro de su sobrerregulación, el IFE es más confiable que el CNE. Ejemplos sobran: el padrón, casillas vigiladas por ciudadanos invitados al azar, financiamiento a partidos, acceso a medios, etc.
En fin, creo que la principal razón por la que Venezuela no es una democracia no está en sus elecciones, sino en la falta de contrapesos y la discecionalidad con que Chávez maneja la renta petrolera.
Sobre este último párrafo que escribe, a propósito de dicha comparación y teniendo en mente la cabal proporción en que podría plantearse ésta entre dos naciones tan discrepantes, ¿no le parece que es posible señalar de México que no es una democracia por la misma razón, aunque invertida?
En México existe un igual desequilibrio entre izquierda y derecha o, para desembrazarnos de estos términos un tanto anacrónicos, entre la visión del gobierno en el poder y su oposición. Esto lo expongo, desde luego, bajo el supuesto de que aunque haya habido una alternancia en el poder, ésta no sé dio hacia la oposición, sino en un cambio que marcaba diferencias más bien de matiz, fundadas en distingos irrelevantes que no tocan la estructura de fondo.
Me parece, además, que los dos lados cojean de la misma pata. Tanto he escuchado decir a unos que el triunfo de Chávez es un triunfo de la democracia, y que el de Peña no pudo ser sino un descarado fraudo; tanto he escuchado a los otros decir justamente lo contrario. Al menos desde mi particular experiencia, su fórmula: “Si gana Chávez hay que respetarlo porque hubo ‘elecciones libres’, pero si gana Peña seguro fue imposición”; funciona igual a la inversa.
Desde mi punto de vista, el que por supuesto está sujeto a toda crítica, las dos democracias de estos países, como las de muchos otros en América latina y en el mundo, son en exceso imprecisas. Justamente, por eso que señala: el desequilibrio en el poder. Luego, para mí, son tan relevantes los actores como las reglas del juego. Incluso, me atrevo a decir que, en estos dos casos particulares, la democracia no se derrumba en el sistema electoral, sino en el uso ventajoso que se hace de él. Pienso que ni Chávez (hablando en particular de las recientes elecciones) ni Peña, ganaron cometiendo un fraude electoral. Estoy casi seguro que la gente fue y votó por Chávez, que la gente fue y votó por Peña. Los dos ganaron antes del sistema electoral, desde aquello y en aquello en que estos dos sistemas se sostienen; el desequilibrio del poder. Entiéndase entonces, aquello en lo que desde el principio ya habían ganado.
Muy buena y necesaria comparación.
-Con respecto al sistema electoral en Venezuela es confiable y eficiente. El problema radica en los señalamientos de parcialidad de la autoridad electoral con respecto a las cadenas televisivas obligatorias de Chávez, campañas proselitistas 24 hrs en medios públicos (que son muchos) y donde no cabe ni la mitad de un spot de la coalición opositora, agregamos el uso sin restricción alguna de recursos del Estado, la participación obligatoria de empleados públicos en actos de campaña, etc y el CNE calla ante el este océano de ventajismo oficialista, pero mientras Chávez este en Miraflores las cosas serán asi y la oposición no tiene otra que aceptarlo. Quejarse es perder el tiempo.
En el caso de México lo que pueden tomar de Venezuela es el sistema automatizado ya que la cantidad de votantes es 3 veces mayor y el voto electrónico ahorraría mucho tiempo y confusiones, siempre y cuando sea auditable y aceptado por las partes.
Agregaría otros 2 factores a su argumento:
-El peso de las fuerzas armadas en Venezuela y las declaraciones explícitas de Chávez de que son “rojas, rojitas”. Esto ha creado miedo, incertidumbre y desconfianza sobre el profesionalismo que debe tener el ejército “apolítico”.
-El lenguaje hacia opositores: han visto a Calderón llamarle “majunche, escuálido, oligarca, pitiyanki” a López Obrador o Peña Nieto? En Venezuela los opositores han sido vistos como “enemigos de la revolución” por pensar distinto, una oposición que incomóda en un gobierno que aspira a ser “socialista” pero que ahí sigue y seguirá al igual que la polarización que divide a la sociedad.
Saludos,
Alicia
Muchas gracias por tus comentarios. Coincido plenamente. Saludos!
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pd: Sistema electoral eficiente en términos de que es auditable. (técnicamente hablando).
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En qué te basas para decir que México es menos inseguro que Venezuela? Es una pregunta honesta, alguna fuente o link? un saludo