Don Mario es ingeniero forestal pero desde hace 24 años salió de México y lleva igual número de años trabajando en un hotel en Dallas, Texas. Sus dos hijos nacieron y estudiaron en Texas y ahora uno trabaja en Texas Instruments y otro en una agencia hipotecaria.
Los paisanos de su localidad tradicionalmente cooperan para la fiesta del pueblo y en 2007 les sobró una cantidad importante de dinero. La presidencia municipal les propuso entonces participar en el programa 3×1 para migrantes. Asì lo hicieron y construyeron un centro comunitario. Mario cree que “la obra quedó bonita pero no costó lo que nos dijeron”. En su opinión, la aportación del club cubriría al menos 70% del costo de la obra en vez del 25% con que supuestamente funciona el Programa 3×1.
Don Mario no quiso denunciar nada para no meterse en problemas con las autoridades ni con la gente que había colaborado en el proyecto, pero “pintó su raya”. El club tiene alrededor de 80 personas (give or take a few) y podrían seguir aprovechando el programa, pero Don Mario no quiere volver a trabajar con la presidencia municipal. Prefiere que el club siga financiando por su cuenta actividades en beneficio de su localidad: “preferimos ir solos que financiar corruptelas”.