Les comparto la primera nota de mi blog en Animal Político, Covarianzas.
La aritmética del sistema electoral del Vaticano (6 de marzo 2013)
Tras la sorpresiva renuncia del papa Benedicto XVI, en los próximos días iniciará el cónclave para elegir al nuevo papa. Como no soy experto en asuntos eclesiales, no dedicaré este blog a analizar las probabilidades o consecuencias de que llegue uno u otro aspirante. Más bien, quiero aprovechar la coyuntura papal para discutir el sistema electoral del Vaticano.
¿Cuál es la mejor forma de elegir a un papa o a un jefe de Estado? La toma de decisiones colectivas –entre las cuales las reglas electorales son un caso prominente– es una de las áreas de investigación más sólidas de la ciencia política y permite ofrecer una respuesta tentativa: la verdad, no lo sabemos. Veamos por qué.
Si pensamos en el papa como el líder de la población católica en el mundo, una primera intuición sugeriría un papa representativo de las regiones con mayor población católica. Hoy día se estima que casi la mitad de los católicos viven en América Latina o Norteamérica, mientras que la proporción de católicos europeos es de menos de una cuarta parte. Y aunque San Pedro era de Galilea, de unos siglos a la fecha, prácticamente todos los papas han sido italianos o europeos. ¿Por qué?
Pueden leer la nota completa aquí.
Lecturas relacionadas:
- Josep Colomer e Iain McLean. “Electing Popes: Approval Balloting and Qualified Majority Rule”, Journal of Interdisciplinary History, 1998. (base de mucho de lo dicho en el blog).
- Para entender el cónclave, de Pablo Mijangos (colega de la División de Historia en el CIDE)
- A quick course in conclave 101, John L. Allen.
- Blogs invitados en Animal Político: 6 febrero 2013, aquí 18 julio 2012, y aquí 3 agosto 2012.