Hoy la elección presidencial 2006 parece ser ya parte de la historia. Lejos quedan los debates sobre el PREP, errores en actas, recuento de paquetes, representantes de casilla, etc. En la elección 2009 ninguno de estos asuntos fue “tema” de discusión o interés. Buena señal. Y es que entre los problemas vigentes de nuestro sistema electoral, los asuntos de difusión de resultados y llenado y escrutinio de actas, que los hay, no son prioridad.
Quizá valga la pena analizar los ajustes del recuento de paquetes electorales 2009: gracias a la nueva legislación y el volumen de votos nulos se recontaron mucho más paquetes en 2009, cuando a casi nadie le importaba, que en 2006. De modo que en 2009 podremos aprender mucho más sobre qué tanto se equivocan los funcionarios de casilla al contar votos y llenar actas. Si sobre tiempo exploraré este asunto en breve.
Entretanto, finalmente mi artículo “Análisis estadístico de la elección presidencial de 2006: ¿fraude o errores aleatorios?“ está por aparecer en la revista Política y Gobierno, volumen temático 2009-Elecciones en México, págs. 225-243. Give it a look and travel back in time:
Resumen: Este artículo confronta algunas de las principales acusaciones de fraude electoral con la evidencia disponible mediante un análisis estadístico de los datos a nivel casilla del PREP y del cómputo distrital de la elección presidencial de 2006. En primer lugar se analiza el conteo rápido, el flujo de datos del PREP y del cómputo distrital; en segundo lugar, los errores aritméticos en las actas de casilla y el recuento de paquetes electorales, y por último el papel de las casillas atípicas y los representantes de casilla. La conclusión principal es que, a pesar de los errores en actas y los sesgos propios del flujo de datos, el resultado electoral del 2 de julio resulta estadísticamente confiable.
Statistical Analysis of the Presidential Election in 2006: Fraud or Random Errors?
Abstract: This paper tests some of the main fraud allegations of the 2006 presidential election in Mexico with the evidence from a statistical analysis of precinct-level data. First, I analyze the data flow from the quick count, the preliminary results (PREP) and the official district tally (cómputo distrital). Secondly, I analyze the size and distribution of errors in the polling-station acts and the partial recount. Lastly, I consider atypical precincts and the role of party representatives. My main conclusion is that, since most fraud allegations are not supported by the evidence, the presidential election outcome is statistically reliable.