Hoy, Excélsior publica un análisis comparado de los resultados (preliminares) en elecciones locales del pasado domingo 7 de julio de 2013, con los de 2010. Este análisis da seguimiento al suplemento publicado el 30 de junio pasado. Estas son las gráficas originales (hechas con stata) y abajo está el texto explicativo.
Resultados en elecciones locales 2013 vs. 2010
(dar click para ver las gráficas en formato de barras para cada entidad)
El domingo 30 de junio se publicó en este diario un suplemento especial con los resultados electorales observados entre 2007 y 2012 en las 14 entidades que acudieron a las urnas el domingo pasado. Las tendencias allí presentadas no pretendían pronosticar los resultados de la jornada electoral del 7 de julio, sino proveer información contextual sobre resultados y tendencias recientes.
Aunque los resultados oficiales de cada entidad aún no se dan a conocer, los avances de los Programas de Resultados Electorales Preliminares (PREP) de cada estado permiten comparar los resultados del domingo pasado con los de los procesos electorales locales de 2010.
Las elecciones intermedias locales tienen una menor participación electoral que las federales o las de gobernadores. La tasa de participación electoral promedio en las entidades que tuvieron elecciones en 2007 fue de 47.6%. En 2010, cuando se eligieron gobernadores, fue de 52.8%, mientras que la participación promedio el domingo pasado fue de 47.3%, es decir, una tasa muy similar a la de 2007.
Las siguientes gráficas comparan los resultados electorales observados en 2010, año en que se eligieron gobernadores en 13 de las 14 entidades, con los resultados preliminares del domingo pasado. Para cada estado se recabaron los resultados de la elección de alcaldes, diputados locales y, en su caso, gobernador. Para 2010, la fuente de los datos son los institutos electorales locales y, para 2013, los resultados del PREP de cada estado.
Para simplificar el análisis y la comparación entre un estado y otro, así como los cambios de tendencia al interior de cada estado, solamente se consideraron los resultados agregados a nivel entidad de los tres principales partidos políticos: PRI, PAN y PRD. Cuando alguno de los partidos grandes compitió en coalición con alguno de los partidos de menor tamaño, sus votos se adjudicaron al partido mayor. Las coaliciones entre PAN y PRD se codificaron por separado para enfatizar el papel de las coaliciones entre dos de los tres principales partidos.
Como se puede apreciar, las preferencias electorales muestran una importante variación entre una entidad y otra (10 de las 14 entidades son gobernadas por el PRI), mientras que los cambios de preferencias entre 2010 y 2013 al interior de cada estado son de menor magnitud. Sin embargo, la división territorial de cada municipio y distrito para el Congreso local hace que pequeños cambios en las preferencias agregadas a nivel estatal vengan acompañados de cambios mayores en el número de alcaldías o diputaciones para cada partido.
Por lo general, el candidato ganador para las elecciones de gobernador tiene un efecto de arrastre que favorece a los candidatos a diputado local y alcalde de su mismo partido. En las elecciones intermedias locales, este efecto de arrastre está ausente, por lo cual es de esperarse que el partido en el gobierno estatal pierda algo de fuerza relativa.
Si comparamos los resultados para las presidencias municipales de cada estado entre 2010 y 2013, puede observarse este efecto. En siete de las 14 entidades que tuvieron elecciones el domingo pasado, el PRI obtuvo un menor porcentaje de votos que en 2010: Aguascalientes, Coahuila, Hidalgo (donde sólo eligieron diputados), Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y Veracruz. En cuatro entidades la fuerza relativa del PRI se mantuvo en niveles muy similares a los de 2010: Baja California, Chihuahua, Quintana Roo y Sinaloa. Por último, solamente en dos de las 14 entidades el PRI obtuvo un mayor porcentaje de votos que en 2010: Durango y Zacatecas, ambas gobernadas por el PRI.
En cinco entidades el PAN y PRD contendieron en coalición total, lo cual puede ayudar a explicar los resultados obtenidos: Aguascalientes, Baja California, Oaxaca, Puebla y Sinaloa. Por otro lado, en Quintana Roo, Veracruz y Zacatecas no fue posible registrar tal coalición.
El caso de Baja California merece una mención aparte por tratarse del único estado que eligió gobernador. El PAN logró retener la gubernatura a pesar de que en 2010 había perdido en los cinco municipios y la mayoría en el Congreso local. Tijuana, el municipio más grande del estado, permaneció en manos del PRI. Esto evidencia la capacidad del electorado de emitir un voto diferenciado para alcaldes y gobernadores.