“Yo siempre he votado por X, ahora los castigaré anulando mi voto”. ¿Tiene razón o no ese planteamiento? No es una pregunta trivial porque, sospecho, muchos anulistas alguna vez votaron por algún partido político que los decepcionó y una reacción natural, antes que votar por otro partido con el que nunca simpatizaron, es simplemente retirarle su apoyo al primero.
Pasar de voto partidista a anulista afecta al partido X, pero resulta que un voto de castigo “ya sea por otro partido o candidato independiente” afecta MAS al partido que te desilusionó que meramente anular. Aqui va la demostración matemática:
Se trata de una diferencia infinitesimal porque, como ya se ha dicho, el voto individual tiene impactos infinitesimales. Lo que puede hacer la diferencia es el cúmulo de ellos. Pero, como ya se ha dicho, la aritmética del voto es ineludible.
Pingback: ¿Voto nulo o voto de castigo? El debate | Javier Aparicio dot net
Reblogged this on The Spotlight Effect r.4.
Pingback: 2 mitos del voto nulo | Javier Aparicio dot net