La jornada electoral del 1 de junio de 2025 fue sin duda compleja. Por primera vez se utilizó un sistema de votación con listas abiertas. Por ejemplo, tan solo para la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), cada elector podía votar por hasta nueve personas, cinco mujeres y cuatro hombres, a partir de una lista de 64 candidaturas registradas. De este modo, 12.9 millones de electores emitieron más de 116 millones de votos solo para la Corte.
Una elección con baja participación resulta preocupante no solo porque pone en entredicho la legitimidad democrática del proceso y el resultado, sino que, además, puede ser más susceptible a mecanismos de movilización electoral u otras irregularidades que una elección con mayor participación.
Habiendo cientos de miles de combinaciones de votos posibles entre decenas de candidaturas, se observa un patrón recurrente entre las personas más votadas en cada entidad. Al analizar la distribución de las nueve candidaturas a la SCJN que recibieron más votos en cada entidad, se observa que Hugo Aguilar, Yasmín Esquivel y Loretta Ortiz se encuentran entre las primeras nueve posiciones en las 32 entidades del país. Por su parte, Lenia Batres lo consiguió en 31 entidades y Ma. Estela Ríos en 30. El resto de los ganadores –Sara Herrerías, Irving Espinosa, Giovanni Figueroa y Arístides Guerrero–, también quedaron entre las primeras nueve posiciones en al menos 19 entidades.
En aras de abonar a esta discusión de interés público, este documento presenta una evaluación estadística de los resultados a nivel casilla de la elección de quienes integrarán el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el nuevo Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ). El presente documento analiza diferentes aspectos de los resultados y está dividido en cuatro secciones: i) posibles anomalías estadísticas en la participación electoral para la SCJN, ii) posibles anomalías en la relación entre participación electoral y tendencias de voto, iii) posibles anomalías en la distribución de votos para la SCJN y el TDJ; y, por último, iv) patrones anómalos en la correlación entre los votos recibidos por ciertas candidaturas para la SCJN y el TDJ.
Este documento fue entregado en la oficialía de partes del TEPJF como amicus curiae en los juicios sobre la validez de la elección de la SCJN y el Tribunal de Disciplina Judicial el 11 de agosto de 2025.