La conformación de la Cámara de Diputados en México se decide mediante un sistema electoral mixto de carácter mayoritario. En general, los sistemas mixtos pueden caracterizarse por la proporción de asientos de mayoría relativa y de representación proporcional que presentan, por la vinculación entre uno y otro niveles (tiers), por la fórmula de reparto utilizada, así como por el umbral mínimo de votos para conseguir representación (Shugart y Wattenberg, 2001). Por lo general los asientos de mayoría son uninominales mientras que los de representación proporcional son elegidos con base en listas de distinta magnitud.
Normalmente, los sistemas mixtos de carácter mayoritario producen un menor número efectivo de partidos y mayores niveles de desproporcionalidad entre asientos y votos, mientras que los sistemas más proporcionales generan parlamentos con un mayor número efectivo de partidos y menores diferencias entre el porcentaje de votos y asientos obtenido por cada partido político. El panel izquierdo de la siguiente figura ilustra el número efectivo de partidos (NEP) y el índice de desproporcionalidad de Gallagher observado en las elecciones legislativas de México entre 1997 y 2009. Como se aprecia, el NEP promedio para México ha sido de 2.88 y el índice de Gallagher ha sido de 7.3.

