Programa 3×1 para Migrantes

La migración y la pobreza tienen una relación no lineal: los muy pobres no pueden sortear los costos de migrar y los ricos no quieren migrar.  El panel izquierdo de este box plot ilustra los niveles de intensidad migratoria de los municipios mexicanos para cada grado de marginación (desde muy baja hasta muy alta marginación). El índice de intensidad migratoria corresponde a 2002 y la marginación es de 2005, ambos de CONAPO.

El rectángulo sólido de cada boxplot ilustra el percentil 25, 50 (mediana) y 75 de cada grupo de observaciones. Como se aprecia, la intensidad migratoria mediana es mayor en los municipios de marginación media y es allí donde, además, tiene mayor varianza.  Por otro lado, la menor intensidad migratoria está en los municipios de alta y muy alta marginación.

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La moralidad de conservadores y liberales

Jonathan Haidt, profesor de psicología  de la Universidad de Virginia, estudia las cinco factores morales subyacentes a eso que llamamos ideología.Vale la pena escucharlo antes de desgarrarse vestiduras (una vez más) ante la perversidad y necedad de “derechosos” e “izquierdosos”.

Jonathan Haidt on the moral roots of liberals and conservatives

Otros temas relacionados:

Sobre la fijación en “el enemigo” como mecanismo de defensa http://bit.ly/d1hd9U

Are Conservatives Happier Than Liberals?: http://su.pr/1KY3ql

The secret lives of liberals and conservatives http://bit.ly/cm5rMq

IQ, religiosidad e ideología http://bit.ly/bOILge

Género y elecciones de mayoría relativa 2009

Esta gráfica triangular (triplot) ilustra los resultados de la elección federal 2009 en distritos de mayoría relativa, clasificados por género y por partido ganador. Cada punto en esta gráfica ilustra el porcentaje de votos de PAN, PRI y PRD en un distrito de mayoría relativa (los porcentajes de voto están normalizados para que su suma sea igual a 100).

  • Los puntos azules, verdes y amarillos denotan el partido ganador  (PAN, PRI y PRD, respectivamente).
  • Los ejes horizontales denotan el porcentaje de voto del PAN, las diagonales “/” el voto del PRI, y las diagonales ” \” el voto del PRD.
  • De este modo los puntos cercanos a la “Y” punteada indican distritos donde la competencia fue más reñida. Un distrito en el “centro” del triángulo indica un distrito reñido entre los tres principales partidos.
  • Por otro lado, los bastiones del PAN están en la parte superior del triángulo, los del PRI en el lado inferior derecho, y los del PRD en el izquierdo.

  • El partido que consiguió un mayor número de distritos uninominales fue el PRI-PVEM (30 triunfos de 55 candidatas MR), seguido por PAN (16 triunfos de 107 candidatas MR), y el PRD (7 de 87).
  • El margen de victoria promedio de las candidatas del PRI fue de 14.6%; el de las candidatas del PAN 9.2% y del PRD fue 5.3%.
  • Es decir que los triunfos de las candidatas MR del PRI fueron relativamente más holgados que los triunfos de las candidatas del PAN o PRD.
  • Por otro lado, los triunfos de las candidatas MR del PRD fueron más reñidos que las de otros partidos.
  • Estas diferencias tienen que ver, por un lado, con el diferente posicionamiento de cada candidato(a) en distritos bastiones, reñidos o perdedores de cada uno de sus partidos y, por otro lado, con otras características como la calidad de los candidatos(as) y sus campañas.

Ver mayores detalles aquí.  Los resultados por representación proporcional están aquí.

Fuente: Aparicio, Javier y Joy Langston. “Evaluación de la perspectiva de género en plataformas de partidos políticos, candidaturas y cargos de elección 2009”. Instituto Nacional de las Mujeres-CIDE, 2009.

Life is a fountain

This is David Schmidtz on The Meanings of Life

In Philosophical Explanations, Nozick says the question of life’s meaning is so important to us and leaves us feeling so vulnerable that,

we camouflage our vulnerability with jokes about seeking for the meaning or purpose of life: A person travels for many days to the Himalayas to seek the word of an Indian holy man meditating in an isolated cave. Tired from his journey, but eager and expectant that his quest is about to reach fulfillment, he asks the sage, “What is the meaning of life?” After a long pause, the sage opens his eyes and says, “Life is a fountain.” “What do you mean life is a fountain?” barks the questioner. “I have just traveled thousands of miles to hear your words, and all you have to tell me is that? That’s ridiculous.” The sage then looks up from the floor of the cave and says, “You mean it’s not a fountain?”

In a variant of the story, he replies, “So it’s not a fountain.” The sage feels none of the angst that led the seeker to the cave. So, who’s missing something: sage or seeker? The story suggests a contrast of attitudes. I’ll call them Existentialist and Zen, meaning only to gesture at the traditions these names evoke. The Existentialist attitude is that life’s meaning, or lack thereof, is of momentous import. We seek meaning. If we don’t get it, we choose between stoicism and despair. The Zen attitude is that meaning isn’t something to be sought. Meaning comes to us, or not. If it comes, we accept it. If not, we accept that too. To some degree, we choose how much meaning we need. Perhaps the sage achieves peace by learning not to need meaning. Perhaps that’s what we’re meant to learn from the sage’s seemingly meaningless remark that life is a fountain.

The Existentialist insight, in part, is that meaning is something we give to life. We do not find meaning so much as throw ourselves at it. The Zen insight, in part, is that worrying about meaning may itself make life less meaningful than it might have been. Part of the virtue of the Zen attitude lies in learning to not need to be busy: learning there is joy and meaning and peace in simply being mindful, not needing to change or be changed. Let the moment mean what it will.

¿Tocando fondo?

El Universal de hoy, 1-marzo-2010, publica los resultados de la primera encuesta de evaluación presidencial del año.  Esta es mi opinión al respecto publicada en el mismo diario (y aquí encontrarán mis columnas previas):

¿Tocando fondo?

A los pocos meses de asumir el cargo el Felipe Calderón pasaba por un muy buen momento y contaba con niveles de aprobación del 68%, su máximo histórico. Casi tres años después, solamente 41% de la población en edad de votar aprueba algo o mucho el desempeño del presidente según la encuesta levantada por Berumen y Asociados entre el 19 y 22 de febrero pasado. Por primera vez en su mandato, hoy puede decirse que la mayoría de la población no aprueba el trabajo de Calderón.

El llamado “diferencial de aprobación (41%) vs. reprobación (36%)” del presidente es ahora de sólo de 5 puntos, cifra 43 puntos menor que en sus mejores momentos, cuando tenía un diferencial positivo de 48 puntos.  Este dato no sorprendernos dado que 68% de los encuestados opina que las cosas han empeorado en México en el último año. En este caso, percepción y realidad coinciden pues en el último año el PIB cayó en 6.5%.

Hace unos meses, cuando nos encontrábamos en los peores momentos de la recesión, sorprendía que la popularidad de Calderón no cayera en la misma proporción que la percepción de la economía. Quizá algunos ciudadanos valoraban los esfuerzos (reales o mediáticos) del mandatario más allá de los resultados; quizá otros simplemente no le atribuyen toda la responsabilidad del rumbo del país. Hoy resulta claro que la recesión tuvo un efecto rezagado en la aprobación presidencial: Calderón tiene su peor momento seis meses después del peor momento de la economía.

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