En octubre de 2018 se realizó una consulta nacional sobre el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. En torno a la consulta se han discutido varios aspectos, desde la deseabilidad general de someter a consulta proyectos de obra pública, la idoneidad de esta consulta en particular, el carácter legal o extralegal de la misma, así como los detalles de su implementación. En esta nota me concentraré en analizar solo un aspecto: el posible sesgo inducido por la cobertura geográfica de los municipios participantes y no participantes en la consulta.
En la consulta participaron 538 municipios del país. A decir de sus organizadores, el criterio de selección consistió en elegir a los municipios más grandes del país y las 300 cabeceras distritales. Aunque el país tiene 2463 municipios, la mayoría de la población reside en las ciudades más grandes. Una posible ventaja de ese criterio es que permitiría consultar a la gran mayoría de la población con un número relativamente reducido de casillas. Por otro lado, es fácil verificar si este fue el criterio realmente utilizado.
Consideremos el grupo de “los 538 municipios más grandes” del país (grupo A). Dada la heterogeneidad estatal y municipal, cada entidad aporta un distinto número de municipios al grupo de “los 538 municipios más grandes”. Por otro lado, considere el grupo de “los 538 municipios participantes en la consulta” (grupo B).
La siguiente tabla ilustra cuántos de los municipios de cada entidad pertenecen al grupo A, cuántos al B, y la diferencia entre ambos (sub o sobrerrepresentación). Las últimas dos columnas de la tabla indican el número de casillas a instalarse por entidad y el promedio de casillas por municipio implícito.
Como se aprecia, los municipios de entidades como Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco y San Luis Potosí están subrepresentadas en la consulta, mientras que Chiapas, Oaxaca y Veracruz están sobrerrepresentadas con 95 municipios participantes que no están entre los más grandes del país. Esto quiere decir que, de entrada, la población de ciertas entidades del sureste están sobrerrepresentadas.
¿A qué puede deberse este sesgo de cobertura? Una posibilidad es que los organizadores hayan privilegiado entidades o municipios donde Morena ganó en las respectivas elecciones locales de este año–esto es, donde puede decirse que Morena tiene más votantes leales. Las dos tablas siguientes analizan la distribución de municipios participantes en la consulta contra el partido político que resultó ganador en cada entidad (panel izquierdo) o municipio (panel derecho).
Como se indica, 538 o 21.9% de los municipios del país participaron en la consulta. Sin embargo, más de la mitad de los municipios en entidades donde Morena ganó la gubernatura o el ayuntamiento, participaron en la consulta. En contraste, solo 13.6% de los municipios donde ganó el PRI –o 20.9% de los panistas– participaron en la consulta. La relación entre el partido gobernante y participar o no en la consulta es estadísticamente significativa al 1%.
Por lo tanto, no podemos rechazar la hipótesis de que la consulta tiene un sesgo de cobertura que favorece a los municipios de entidades del sureste y/o a los municipios donde Morena obtuvo el triunfo en elecciones locales más recientes.
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