Beware overconfident advice

An excellent post from Orgtheory.net:

From The New Scientist, some research showing that people prefer cockiness to expertise:

The research, by Don Moore of Carnegie Mellon University in Pittsburgh, Pennsylvania, shows that we prefer advice from a confident source, even to the point that we are willing to forgive a poor track record. Moore argues that in competitive situations, this can drive those offering advice to increasingly exaggerate how sure they are.

But this is pretty dangerous! Orgtheory.net also reminds us of:

(…)a famous paper by Kruger and Sunning showed, people who are bad at what they do are generally also incapable of understanding that they suck — and this directly contributes to inflated self-perception. So, incompetence tends to make people cocky and people prefer cocky judgements over demonstrated expertise, which is pretty much the worst of both worlds.

And this is Krueger and Sunning famous paper:

Unskilled and Unaware of It: How Difficulties in Recognizing One’s Own Incompetence Lead to Inflated Self-Assessments.

Justin Kruger and David Dunning / Cornell University

People tend to hold overly favorable views of their abilities in many social and intellectual domains. The authors suggest that this overestimation occurs, in part, because people who are unskilled in these domains suffer a dual burden: Not only do these people reach erroneous conclusions and make unfortunate choices, but their incompetence robs them of the metacognitive ability to realize it. Across 4 studies, the authors found that participants scoring in the bottom quartile on tests of humor, grammar, and logic grossly overestimated their test performance and ability. Although their test scores put them in the 12th percentile, they estimated themselves to be in the 62nd. Several analyses linked this miscalibration to deficits in metacognitive skill, or the capacity to distinguish accuracy from error. Paradoxically, improving the skills of participants, and thus increasing their metacognitive competence, helped them recognize the limitations of their abilities.

Elección 2009: Género y Representación Proporcional

Estos son los resultados de la elección federal 2009 para el PAN, PRI y PRD, por el principio de representación proporcional. 

Diputados Federales por Representación Proporcional 2009
  Candidatos Ganadores
Partido Político Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total
PAN 106 94 200 42 31 73
  53 47 100% 57.53 42.47 100%
PRD 95 105 200 15 17 32
  47.5 52.5 100 46.88 53.13 100%
PRI 100 100 200 31 22 53
  50 50 100 58.49 41.51 100%
PVEM 112 88 200 10 8 18
  56 44 100 55.56 44.44 100%
PANAL 100 100 200 5 3 8
  50 50 100 62.5 37.5 100%
PSD 100 100 200
  50 50 100
CONV 85 82 167 3 3 6
  50.9 49.1 100 50 50 100%
PT 107 93 200 6 4 10
  53.5 46.5 100 60 40 100%
Total 805 762 1,567 112 88 200
  51.37 48.63 100% 56 44 100%
Cálculos propios con base en datos del IFE.        

Y ésta es la gráfica por circunscripción para el PAN, PRI y PRD:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nota: Estos resultados forman parte del proyecto de investigación (en proceso): “Evaluación de la perspectiva de género en plataformas de partidos políticos, candidaturas y cargos de elección 2009“, financiado por el Instituto Nacional de las Mujeres.

Género y la elección 2009

DISTRIBUCION DE GÉNERO DE CANDIDATURAS VS. RESULTADOS ELECTORALES
DIPUTADOS FEDERALES POR MAYORIA RELATIVA 2009

En la reciente elección federal para renovar el Congreso, el PAN nominó a 108 candidatas para los 300 distritos uninominales. El PRI sólo nóminó a 55.  En la elección, 30 mujeres priistas ganaron en sus respectivos distritos. Por el PAN, solamente 17 consiguieron el triunfo. Por su lado, el PRD nominó 87 candidatas y sólo 7 ganaron.

En total, 53  de las 300 curules MR serán para mujeres (18%).  La mayoría de las diputadas de la próxima legislatura provendrán de la listas plurinominales (more later on this).

  

  

 

Elección para Diputados Federales por Mayoría Relativa 2009
  Candidatos Ganadores
Partido o Alianza Hombres Mujeres Total Hombres Mujeres Total
PAN 192 108 300 54 16 70
  64.0 36.0 100% 77.14 22.86 100%
PRD 213 87 300 32 7 39
  71 29 100 82.05 17.95 100
PRI 188 49 237 112 26 138
  79.32 20.68 100 81.16 18.84 100
PVEM 141 96 237      
  59.49 40.51 100
PANAL 194 97 291      
  66.67 33.33 100      
PSD 194 106 300
  64.67 35.33 100      
Primero México (PRI + PVEM) 57 6 63 46 4 50
  90.48 9.52 100 92 8 100
Salvemos a México (PT+Conv.) 214 86 300 3 0 3
  71.33 28.67 100 100 0 100
Total 1,393 635 2,028 247 53 300
  68.69 31.31 100% 82.33 17.67 100%

 

Este resultado se pudo anticipar al clasificar la distribución de candidatas por “tipo de distrito”: bastión, reñido y perdedor.  El PAN y PRD nominaron a la mayoría de sus candidatas en distritos históricamente “perdedores”. El PRI no tuvo un sesgo tan marcado.  Por ello, aún nominando a pocas candidatas, el PRI cosechó más curules MR para mujeres que sus rivales.

 

Candidatos de mayoría relativa del PAN 2009 por Tipo de distrito
Tipo de distrito Candidatos %H Candidatas  %M Total %
Perdedor 103 56.9% 78 43.1% 181 100%
Reñido 34 77.3% 10 22.7% 44 100%
Bastión 55 73.3% 20 26.7% 75 100%
TOTAL 192 64.0% 108 36.0% 300 100%
             
             
Candidatos de mayoría relativa del PRD 2009 por Tipo de distrito
Tipo de distrito Candidatos %H Candidatas  %M Total %
Perdedor 156 68.7% 71 31.3% 227 100%
Reñido 22 75.9% 7 24.1% 29 100%
Bastión 35 79.5% 9 20.5% 44 100%
TOTAL 213 71.0% 87 29.0% 300 100%
             
             
Candidatos de mayoría relativa del PRI 2009 por Tipo de distrito
Tipo de distrito Candidatos %H Candidatas  %M Total %
Perdedor 102 79.1% 27 20.9% 129 100%
Reñido 43 81.1% 10 18.9% 53 100%
Bastión 100 84.7% 18 15.3% 118 100%
TOTAL 245 81.7% 55 18.3% 300 100%
* Distritos reñidos: aquellos con margen de victoria promedio de ±5% entre 1997 y 2006.  

 

Nota: Estos resultados forman parte del proyecto de investigación (en proceso): “Evaluación de la perspectiva de género en plataformas de partidos políticos, candidaturas y cargos de elección 2009“, financiado por el Instituto Nacional de las Mujeres.

Elección 2006 – una historia conocida

Hoy la elección presidencial 2006 parece ser ya parte de la historia.  Lejos quedan los debates sobre el PREP, errores en actas, recuento de paquetes, representantes de casilla, etc.  En la elección 2009 ninguno de estos asuntos fue “tema” de discusión o interés.  Buena señal.  Y es que entre los problemas vigentes de nuestro sistema electoral, los asuntos de difusión de resultados y llenado y escrutinio de actas, que los hay, no son prioridad.

Quizá valga la pena analizar los ajustes del recuento de paquetes electorales 2009: gracias a la nueva legislación y el volumen de votos nulos se recontaron mucho más paquetes en 2009, cuando a casi nadie le importaba, que en 2006.   De modo que en 2009 podremos aprender mucho más sobre qué tanto se equivocan los funcionarios de casilla al contar votos y llenar actas.  Si sobre tiempo exploraré este asunto en breve.

Entretanto, finalmente mi artículo “Análisis estadístico de la elección presidencial de 2006: ¿fraude o errores aleatorios? está por aparecer en la revista Política y Gobierno, volumen temático 2009-Elecciones en México, págs. 225-243.  Give it a look and travel back in time: 

Resumen: Este artículo confronta algunas de las principales acusaciones de fraude electoral con la evidencia disponible mediante un análisis estadístico de los datos a nivel casilla del PREP y del cómputo distrital de la elección presidencial de 2006. En primer lugar se analiza el conteo rápido, el flujo de datos del PREP y del cómputo distrital; en segundo lugar, los errores aritméticos en las actas de casilla y el recuento de paquetes electorales, y por último el papel de las casillas atípicas y los representantes de casilla. La conclusión principal es que, a pesar de los errores en actas y los sesgos propios del flujo de datos, el resultado electoral del 2 de julio resulta estadísticamente confiable.

 Statistical Analysis of the Presidential Election in 2006: Fraud or Random Errors?

 Abstract: This paper tests some of the main fraud allegations of the 2006 presidential election in Mexico with the evidence from a statistical analysis of precinct-level data. First, I analyze the data flow from the quick count, the preliminary results (PREP) and the official district tally (cómputo distrital). Secondly, I analyze the size and distribution of errors in the polling-station acts and the partial recount. Lastly, I consider atypical precincts and the role of party representatives. My main conclusion is that, since most fraud allegations are not supported by the evidence, the presidential election outcome is statistically reliable.

Pobreza por ingresos en México

CONEVAL acaba de hacer público un detallado reporte con las cifras de pobreza por ingresos para 2008, estimadas con base en la ENIGH.  Los datos que mayor impacto han tenido en los medios son dos:

  • Entre 2006 y 2008, el porcentaje de personas en condición de pobreza alimentaria a nivel nacional aumentó de 13.8% a 18.2% (de 14.4 a 19.5 millones de personas).

  • Entre 2006 y 2008, el porcentaje de personas en condición de pobreza de patrimonio en el país se incrementó de 42.6% a 47.4% (de 44.7 a 50.6 millones de personas).

Sin embargo, el reporte de CONEVAL contiene datos (con gran nivel de detalle, por cierto) desde 1992 hasta 2008.  Al parecer, el lento avance observado entre 1996 y 2006, ha tenido un revés: los niveles de pobreza de 2008 son similares a los de 2005.  ¿Hasta donde retrocederemos en 2009?  ¿Retrocederemos tanto como entre 1994 y 1996? 

Evolución de la pobreza por ingresos en México

Impossible accountability?

Economists like to use phrases like: “sure, poverty and unemployment are on the rise (or whatever) but things would have been even worse if POLICY X had not been implemented.” Conversely, political scientists use phrases like: “sure, with the recession the incumbent party was set to lose seats but they would have lost many more seats if CAMPAIGN X had not been implemented.”

You guessed it: these counter-factuals are never observed–academics and experts just estimate these counterfactuals with a little help from theories and statistical methods.  But what if the estimated counterfactuals are really off the mark? In real-world policymaking, this makes accountability an almost impossible task…

Greg Mankiw tackles this very issue here.

Miedo a las encuestas

 De vez en cuando se escuchan argumentos en contra del levantamiento y difusión de encuestas debido a la “influencia desmedida” que pueden tener en el electorado, en la estrategia de los candidatos y otros actores.  Nuestro propio COFIPE prohibe la difusión de encuestas en los días previos a la elección.  En lo personal, me parece muy extraño el “temor a la información” que las encuestas (ya sean electorales, sobre políticas públicas, popularidad presidencial, etc.) despiertan en algunos periodistas y analistas de diverso calibre.

He aquí un debate sobre este tema entre Conor Clarke (The Atlantic) y John Sides (The Monkey Cage):

1. Conor Clarke’s proposal to “get rid of polls” in The Atlantic Monthly.

2. John Sides replies in The Monkey Cage: “Should We Get Rid of Polls?”

3. Counter-reply by Conor Clarke: Why Do We Care About Polls?

4. Counter-reply by John Sides:  “Why Should We Have Polls?”

…I say the Monkey Cage wins against the “no information” argument…

Participación electoral 2009

Comienzan a hacerse públicos los resultados de las encuestas de salida de la elección 2009.  Si bien la participación fue mayor a la de 2003, lo cual puede atribuirse en parte al movimiento anulacionista y quizá también a la intensa campaña de medios del nuevo COFIPE, algunos sesgos en la participación se mantienen casi sin cambio.

Año 1997 2000 2003 2006 2009
Lista nominal 52,208,965 58,782,737 64,710,596 71,374,373 77,470,785
Votos válidos 29,251,017 36,782,000 25,738,637 40,588,729 32,636,198
No registrados 13,977 31,461 16,359 297,989 56,417
Nulos 855,227 788,157 896,649 904,604 1,867,729
Total 30,120,221 37,601,618 26,651,645 41,791,322 34,560,344
Participación 57.69% 63.97% 41.19% 58.55% 44.61%
Nulos/Total 2.84% 2.10% 3.36% 2.16% 5.40%

Parametría da a conocer algunos resultados interesantes de su encuesta de salida (nota: mis comentarios en cursiva).

Género. La participación de las  mujeres es 5% menor a la del padrón.  Y la de los hombres 5% mayor.  Esto puede tener un impacto importante en los triunfos o derrotas de las candidatas a diputadas.

Edad. Los jóvenes son los que menos votan el día de la jornada electoral. Sin embargo, en el 2000 ésta constante se cuestionó por la alta participación de los jóvenes. El segmento de 18 a 25 años, 16% del padrón, sólo representó 13% del voto. El diferencial es un poco mayor (26 vs. 22%) en el segmento de población de 26 a 35 a años.  En los segmentos que van de 36 a 45 años y de 46 a 55 años no se observan diferencias importantes con los votantes del 5 de julio. Pero los mayores de 55 años, el sesgo es de 4% más respecto a lista nominal.

Es por ello que, a pesar de la frescura que las plataformas “pro-jóvenes” y las iniciativas juveniles traen a las campañas, éste no es un segmento que, por sí mismo, garantice un triunfo electoral en una elección bipartidista (pero quizá sí lo sea en una elección multipartidista).  En efecto, el segmento de edad mediano del padrón está entre 36 y 45 años, pero el segmento mediano de votantes probables es un poco mayor–y tenderá a envejecer un poco más en los próximos años.

Escolaridad. Hay un claro sesgo entre los electores de mayor escolaridad. Los votantes sin ninguna instrucción formal están 2 puntos por abajo de lo que representa su segmento. Los de primaria y secundaria estuvieron 7 y 4 puntos respectivamente por abajo del peso de su segmento. Mientras que los votantes con preparatoria y universidad se ubicaron 4 y 7 puntos respectivamente por arriba de su promedio nacional.

Es por ello que, a pesar del sesgo negativo en participación, un partido o candidato que apela a un grupo de edad con nivel de estudios de secundaria o menos sí puede llevarse una mayoría de votos (7+27+24=58%).  Por otro lado, una plataforma “ilustrada/moderna/vanguardista” que apela a los votantes con estudios de al menos preparatoria no es suficiente para alcanzar una mayoría–ni siquiera considerando el sesgo positivo de su participación (20+21=41%).  El segmento escolar mediano del padrón es de secundaria–y tenderá a ser más educado en los próximos años.

Por último, también podemos especular sobre el efecto de esta conformación del electorado en el tipo de mensajes que escuchamos durante las campañas y los debates.  Si te ofende la oferta política nacional, es muy probable que no pertenezcas a alguno de los segmentos decisivos del electorado: quizá eres muy especial pero no eres pivotal… but time is on your side.

PSD, abstención y voto nulo

He recibido algunos comentarios por correo sobre mi columna “Lo que provocaron los votos” del jueves pasado.  He aquí algunas aclaraciones:

Mi hipotética afirmación sobre los anulistas que decía: “Asumiendo que al menos 1% de los anulacionistas podrían haber votado por PSD” se fundamentó en lo siguiente: según una encuesta de Berumen (levantada del 23 al 26 de junio de 2009) el perfil de los anulistas era, primordialmente, hombres de 18 a 39 años, con licenciatura y afinidad por partidos pequeños o sobre todo independientes (y con quien menos se identificaban era con PAN o PRI). 

Aunque no he visto exit polls a detalle, éste era un perfil similar al de quienes votaron por Alternativa Socialdemócrata en 2006.  En cierto modo, el perfil de votantes de ASDC/PSD coincide con quienes quieren votar por una opción “diferente a los partidos de siempre”, lo cual los hace similares a los anulistas, quienes también están hartos de los “partidos en general”. Esto es difícil de demostrar fehacientemente porque no sabemos mucho sobre las segundas preferencias de los anulistas ni mucho menos cómo votaron en 2006 (si acaso lo hicieron) pero lo planteo como una hipótesis plausible.  Quizá hubiera sido más preciso añadir que, sin el pleito que fragmentó a ASDC/PSD, quizá el PSD hubiera conseguido más votos y mantenido su registro.

Otra afirmación de mi artículo (“los cuatro diputados que hubiera ganado el PSD y los 12 del inexistente “partido anulacionista”, se acaban repartiendo entre los partidos con registro, y los partidos más grandes reciben relativamente más curules.”) si tiene un error aritmético: Debí decir “2 para PSD y 12 para el partido anulacionista”.  Entre PSD, nulos y no registrados sumaron alrededor de 7% del voto nacional, lo cual a groso modo se puede traducir en 14 curules RP.  Aquí no distingo entre nulos por error o por convicción porque quise transmitir la idea de que los votos nulos, al restarse del cómputo, acaban aumentando el porcentaje efectivo de los partidos con registro, y que los partidos más grandes se benefician más de esto en curules absolutas.

Yo no quise decir que los votos nulos produjeron el abultado triunfo priísta (eso es culpa de sus rivales PAN y PRD, creo).  Lo que sí quise decir era que los votos nulos habían contribuido a que la bancada de los partidos grandes, incluido el PRI, fuera más grande.  Al final de cuentas, el impacto neto del voto nulo en el resultado electoral es una especie de caja negra pues no sabemos cuál es el contrafactual relevante: o bien los anulistas podrían haberse abstenido o bien podrían haber votado por algún partido (pero no sabemos cuáles ni en que proporciones). Claro está, si todos los anulistas se hubieran abstenido de votar, el resultado hubiese sido justo el mismo que tenemos ahora.  Y si los anulistas hubieran votado por otros partidos en proporciones similares a las obtenidas el 5 de julio, el resultado también sería el mismo.

Mi principal objeción con el movimiento anulacionista es sobre los efectos directos del mecanismo elegido para protestar contra los partidos.  Creo que la protesta social es legítima, que nuestros decepcionantes partidos merecen un castigo, y vaya, que cada quien puede hacer con su voto lo que guste.  Una mayor participación es bienvenida, claro, pero una mayor participación que no premia ni castiga a un partido específico tiene efectos nimios. Pero no creo que el voto nulo haya sido el mejor mecanismo para producir tal castigo, toda vez que genera sobrerrepresentación y sólo castiga a los partidos menos relevantesLo mismo ocurre con los abstencionistas: su apatía o indiferencia contribuye a que, con un 37% del voto de un 45% del padrón, un partido se lleve la mayoría de las curules uninominales en la cámara.

Función de utilidad

Todos los que hemos impartido algún curso de microeconomía sabemos el reto que implica dibujar o transmitir la noción de que las curvas de indiferencia no son más que curvas de nivel de una función de utilidad que aumenta conforme aumenta el consumo de dos bienes.  He aquí una gráfica de una función de utilidad “bien comportada” entre ocio y consumo:

U = (ocio^0.5) (consumo^0.5)

Funcion de utilidad

Funcion de utilidad

Y esta es otra perspectiva de una función de utilidad:

Noten cómo la curva de indiferencia IC1 corresponde a un mayor nivel de utilidad que la curva IC0: U1 > U0. MRS se refiere a la tasa marginal de sustitución entre el bien X y el bien Y.  DU se refiere a la diferencial total de la función de utilidad, U.

Si necesitan mayor información sobre estos conceptos, pueden consultar las notas de mi curso de Principios de Microeconomía, impartido en 2007.  Estas notas han sido preparadas con base en: Varian, Hal.  Intermediate Microeconomics, 5ª ed., así como de otras fuentes selectas.

Lecturas sugeridas:

Estas son las notas de clase de mi curso de microeconomía, impartido por última vez en 2007: Parte 1. Parte 2.

Mind wandering

Stop Paying Attention: Zoning Out Is a Crucial Mental State

“(…) mind wandering is not useless mental static. Instead, Schooler proposes, mind wandering allows us to work through some important thinking. Our brains process information to reach goals, but some of those goals are immediate while others are distant. Somehow we have evolved a way to switch between handling the here and now and contemplating long-term objectives. It may be no coincidence that most of the thoughts that people have during mind wandering have to do with the future.

Even more telling is the discovery that zoning out may be the most fruitful type of mind wandering. In their fMRI study, Schooler and his colleagues found that the default network and executive control systems are even more active during zoning out than they are during the less extreme mind wandering with awareness. When we are no longer even aware that our minds are wandering, we may be able to think most deeply about the big picture.

Because a fair amount of mind wandering happens without our ever noticing, the solutions it lets us reach may come as a surprise. There are many stories in the history of science of great discoveries occurring to people out of the blue.”

The social value of academia

From Robin Hanson’s Overcoming Bias, a discussion on the social function of academia. This is Hanson:

“Academics get support from students, foundations, governments, media, and consulting clients.  Yes academics mainly publish papers, books, lectures, etc.; the question is why academics are paid to do this. The standard idealistic answer is that academics know useful and important things, things which students want to learn, media want to report, consulting clients want to apply, and which foundations and governments want to promote the creation and spread of, for the good of the everyone. (..) But not only are these idealistic theories pretty implausible from an evolutionary point of view, they also have detailed problems (…) it seems far simpler to me to just postulate that people care primarily about affiliating with others who have been certified as prestigious.”

But Andrew Gelman emphatically disagrees…

You can read the complete post  here.

Lo que provocaron los votos

Mis “primeras reacciones” a la elección del domingo pasado aparecen (updated, claro) en la edición de hoy de El Universal.  Mis “reacciones secundarias”, por cierto, tienen que ver con el papel del nuevo COFIPE, las trampas de nuestro sistema electoral y el efecto de “los medios” en el resultado de la elección, pero volveremos a este más adelante.

Lo que provocaron los votos

“Con los datos del cierre del PREP todo parece indicar que el PAN obtendrá 71 curules de mayoría relativa, 66 menos que las que obtuvo en 2006.  La coalición PRI-PVEM, por otro lado, obtendrá 187 diputaciones de mayoría relativa, 122 más que las que obtuvo hace tres años.  La distribución de curules de representación proporcional es algo más complicada puesto que el PRI llegará al tope de sobrerrepresentación que marca la ley (8 por ciento).

Las casas encuestadoras nos tendrán que explicar por qué casi ninguna de ellas pudo anticipar una brecha de más de 8 puntos porcentuales entre PRI y PAN.  Más allá de eso, comprender cómo 3 millones de votos se traducen en más de 100 curules de diferencia requiere un análisis más cuidadoso.

Tras nueve años en el poder, el PAN no ha podido construir un aparato electoral para contener la maquinaria priísta estatal. El desplome y/o fractura del PRD beneficiaría relativamente más al PRI que al PAN, esto se sabía hace meses y se pudo haber anticipado durante la campaña.  Y al final de cuentas, la crisis económica “que vino de fuera” cobró su factura voto por voto.  El ágil equipo de campaña panista de 2006 brilló por su ausencia.

La jornada electoral transcurrió sin mayores problemas. El PREP 2009 avanzó mucho más rápido porque sólo tuvo que contarse una boleta por ciudadano, en vez de 3, y a un mayor abstencionismo: menos votos que contar conduce a un llenado y captura de actas más rápido.  Al igual que antes, el PREP tiene un sesgo urbano.  En la medida en que los votos nulos “por convicción” son urbanos, el PREP sobreestimó el porcentaje de votos nulos en las primeras horas.  Por ello, los nulos iniciaron por arriba de 7% y cerraron en 5.4%.

El voto nulo también tuvo consecuencias no menores. Asumiendo que al menos 1% de los anulacionistas podrían haber votado por PSD –su perfil sociodemográfico sugiere que esto es plausible, pues muchos de ellos apoyaron a Alternativa/Patricia Mercado en 2006– puede decirse que el movimiento anulacionista hizo perder el registro al PSD.

La izquierda mexicana sigue en pleito consigo misma: En 2006 los votos de Patricia Mercado pudieron haberle costado la presidencia a López Obrador: Alternativa Socialdemócrata consiguió su registro sólo para quebrantarse pocos meses después. Y en 2009 puede decirse que los anulacionistas eliminaron del mapa al PSD. Por su lado, una vez más los perredistas se partieron en 2 o 3 facciones: PRD, PT y Convergencia. Cada líder tiene su partido, pero esto no los ayudará en nada en 2012.

Algunos celebraron haber borrado del mapa un pequeño partido parasitario.  Pero que nadie se confunda, el monto de financiamiento público a los partidos no se reducirá un centavo: éste depende ahora del tamaño del padrón, y no del número de partidos, como antes.  Tampoco disminuirá el número de spots, ni su aburrimiento, por cierto.

Lo que sí cambiará es la distribución de recursos, tiempos y curules entre los 7 partidos sobrevivientes.  Al eliminar del cómputo los votos nulos, no registrados así como los votos del PSD, el porcentaje efectivo de votos y curules de representación proporcional  de los otros partidos aumentará en alrededor de 7 por ciento.  Como bien sabemos, los votos nulos aumentan la sobrerrepresentación de los partidos que mantienen su registro: el porcentaje efectivo de votos del PRI pasó de 36.7 a 39.3% gracias a esto.

¿Eso es mucho o es poco?  Depende de cuánto “te duelan” los diputados de los partidos grandes: Como hay 200 curules de representación proporcional, cada 1% de votos adicionales para un partido equivalen a 2 diputados más.  De modo que los 2.6 puntos más que consiguió el PRI tras eliminar los votos inválidos se traducirán en 5 diputados más.  Para el PAN, el bono de sobrerrepresentación es menor: unas 4 curules más.  Dicho de manera más sencilla, los 4 diputados que hubiera ganado el PSD y los 12 del inexistente “partido anulacionista”, se acaban repartiendo entre los partidos con registro, y los partidos más grandes reciben relativamente más curules.

Pero una curul de más o de menos, o un pequeño partido de más o de menos quizá no son tan importantes.  Las consecuencias importan: el bono de sobrerrepresentación del “movimiento anulacionista” hará más factible que una coalición del PRI y del PVEM consiga la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, o algo muy cercano a ello.  Es la misma mayoría que perdió el PRI en 1997 y que muchos consideran una piedra angular de la transición democrática.  Viendo a futuro, si el PRI consigue la presidencia en 2012 no podremos descartar que también cuente con el Congreso.  Después de todo, ellos saben cómo hacerlo.”

Elección 2009: corte de caja

Es buen momento de hacer un corte de caja tras la elección y contrastar pronósticos vs. resultados.  Pocas casas encuestadoras pronosticaron una ventaja tan holgada para el PRI.  Se habló mucho del voto nulo como movimiento pero se debatió poco el impacto observable del efecto nulo en el umbral de sobrevivencia de los partidos, y su efecto en la sobrerrepresentación de los partidos grandes.  Este es un recuento de lo dicho y publicado por este autor durante la campaña, en orden cronológico. 

Evaluación presidencial. El Universal  (2 de abril, 2009)

“De modo que la popularidad o aprobación del Presidente son por ahora uno de los principales activos del PAN, y es natural que su campaña se concentre en difundir los logros y esfuerzos del gobierno panista. Pero si la campaña del PAN vuelve al Presidente el tema o asunto “central” de la elección intermedia, corre el riesgo de producir una reacción coordinada en su contra: perder el referéndum simbólico y con ello cierta fuerza en la Cámara de Diputados. El presumir logros, o incluso buenas intenciones, no siempre produce simpatías entre votantes ideológicamente contrarios al presidente.”

Preferencias Electorales 2009. El Universal (11 de mayo, 2009)

“(…) En 1997 el PRI perdió 61 curules; y en 2003 el PAN perdió 59 asientos de los 207 con que contaba. Sucede que es común observar que el partido del Presidente pierde fuerza en el Poder Legislativo por muy diversas razones: por un lado los efectos de arrastre de los candidatos presidenciales están ausentes y, por otro lado, se dice que el electorado hace una especie de referéndum sobre la gestión de un presidente que se desgasta más que sus opositores. (…) La ventaja del PRI no es imposible de acortar pero las intenciones de voto por circunscripción son bastante preocupantes para el PAN: el PRI lo aventaja en 3 de 5 circunscripciones por más de 13%; están empatados en una de ellas, y el PAN lleva la delantera en otra. Esta distribución geográfica de las intenciones de voto del PRI hace muy difícil que el PRI no vuelva a ser la primera fuerza en la Cámara de Diputados.”

Votar donde duele (8 de junio de 2009)

“(…) a mayor número de votos nulos, más votos serán necesarios para que cualquier partido sobreviva (a mayor número de nulos, mayor efecto umbral). Sin embargo, aquellos partidos chicos que superen el umbral de 2% de la votación total, acabarán recibiendo más curules RP con relación a las que obtendrían sin los votos nulos (a mayor número de nulos, mayor efecto RP).  El efecto umbral hace la vida difícil a los partidos pequeños. Pero el efecto RP les da más curules a los partidos que sobreviven.”

A un mes de la elección.  El Universal (9 de junio de 2009).

“(…) Hoy vemos que un tercio de los simpatizantes del PRD se inclina ya por otros partidos: 9.5% de ellos hacia el PRI e incluso 7.2% hacia el PAN. Pero quizá es más importante que 5.6% de simpatizantes panistas se inclina hoy por el PRI, mientras que sólo 3.1% de simpatizantes priístas lo hace por el PAN. Es decir, el PRI parece estar atrayendo más intenciones de voto de simpatizantes panistas y perredistas que sus rivales. (…) Las implicaciones de esto son que para el PRI resultará más fácil cosechar asientos de mayoría relativa que para el PAN, aun viéndose empatados en las preferencias nacionales.”

Adios a los spots. El Universal (1 de julio de 2009).

“Con la información disponible a la fecha, el PRI se perfila como la primera fuerza de la Cámara de Diputados, el PAN perderá varias decenas de curules, y entraremos a un complicado e inestable juego de coaliciones por controlar la mayoría del Congreso: esta pueda ser el PRI y algún otro partido (como el Partido Verde). (…) el voto nulo lastima muy poco a los partidos que menos impacto tienen en el proceso político de nuestro país.

“(…) para 2009 podemos hacer un cálculo rápido del impacto del voto nulo en el umbral de sobrevivencia de un partido político en México.  Con 30 millones de votos (digamos que sin ningún voto nulo), el umbral de sobrevivencia de un partido (2%) son 600 mil votos. Con 31 millones de votos (digamos, incluyendo 1 millón de “nuevos electores” que anulan su voto), el umbral sube a 620 mil votos.”   [addendum: al cierre del PREP, el PSD obtuvo poco más de 350 mil votos (aprox. 1% del voto total)]