Representación proporcional con listas estatales

La iniciativa de reforma electoral del presidente toca diferentes aspectos de nuestro sistema político. Entre ellos, se propone una transformación completa del sistema electoral del Congreso federal y los congresos locales, al pasar del sistema mixto que hoy tenemos a uno exclusivamente de representación proporcional con base en listas estatales.

Este aspecto de la iniciativa de reforma electoral ha causado cierta confusión. En la mañanera del 28 de abril de 2022 se dijo que se eliminarían las diputaciones plurinominales, pero la propuesta en realidad propone una Cámara con 300 diputaciones elegidas en “listas plurinominales estatales”.

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Si revisan el texto de la iniciativa, verán que se propone que cada entidad tenga una “lista” y que las diputaciones se elijan por representación proporcional: 3 asientos plurinominales en Aguascalientes, 13 en Chiapas, 40 en Edomex, etc. Esta propuesta produciría, en efecto, una Cámara más proporcional que la que tenemos ahora. Más adelante veremos por qué.

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La iniciativa también sugiere que la “elección por listas obligaría a las personas candidatas a hacer campaña territorial, contrario a lo que ocurre con las actuales 5 listas”, lo cual es relativamente cierto si se comparan las listas estatales con las circunscripciones plurinominales de 40 asientos que hoy existen. Sin embargo, la iniciativa omite mencionar que esta reforma desaperece completamente la representación territorial de las diputaciones uninominales o de mayoría relativa.

En 2010, el PRD-PT-Convergencia hicieron una propuesta similar: una Cámara con 400 asientos elegidos mediante listas estatales. Hace unos años, Javier Márquez y yo analizamos esta propuesta en nuestro capítulo en el libro “Debatiendo la Reforma Política” (2010).

¿Cómo funciona la representación proporcional con listas estatales?

En primer lugar, hay que tener claro que el sistema electoral mixto mexicano (con 300 curules de mayoría + 200 RP) tiene un fuerte sesgo de sobrerrepresentación, mismo que está acotado por el tope de 8 puntos entre %votos y %curules.

He aquí un ejemplo simple sobre cómo funcionaría un Congreso integrado por representación proporcional y listas estatales en un pequeño país hipotético, Colinayarit, con solo 2 entidades: una con 2 distritos y otra entidad con 3. En este país hipotético hay 7 partidos políticos. ¿Qué resultado se observaría bajo regla de mayoría y cuál bajo representación proporcional (con resto mayor)?

En la entidad con 2 distritos, bajo regla de mayoría, el partido A gana ambas curules. Sin embargo, bajo representación propocional, A y B ganan una curul cada uno. Esto quiere decir que una lista de magnitud 2 es más proporcional que dos distritos uninominales.

Por otro lado, en la entidad con 3 distritos, bajo regla de mayoría, el partido A gana 2 curules y C una. Sin embargo, bajo representación propocional, A, B y C ganan una curul cada uno. Es decir que una lista de magnitud 3 es más proporcional que tres distritos uninominales.

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Reforma electoral, ¿ahorita?

Desde que el presidente envió al congreso su iniciativa de reforma electoral el pasado 28 de abril de 2022, he dedicado varias de mis columnas en Excélsior a comentar diferentes aspectos de la iniciativa. De entrada, considero es más importante evaluar lo que se propone sustantivamente, en vez de descalificar a priori el quién o el cuándo se propone tal o cual reforma.

Aquí encontrarán una compilación de las columnas más recientes. Hasta el 17 de noviembre son diez.

Designaciones o elecciones (31 marzo 2022)

(…) en algunos países se vota por jueces y el tema ha sido estudiado teórica y empíricamente en las ciencias sociales. Al elegir jueces, ¿se busca identificar habilidades técnicas o habilidades políticas? Un perfil técnico requiere una evaluación curricular cuidadosa, entrevistas especializadas y quizás comparecencias. Un perfil más político puede conseguirse mediante una votación abierta. Cuando los jueces son designados por el Legislativo, es más probable que representen las preferencias de la coalición que los designa. De ahí la importancia de la renovación escalonada y de que cuenten con el consenso o la aprobación de una mayoría legislativa lo más amplia posible.

Por otro lado, cuando los jueces son designados mediante el voto popular, el mecanismo de selección puede favorecer a aspirantes con atributos distintos a las capacidades que se esperan de ciertos cargos: algunos precandidatos a jueces pueden ser más conocidos que otros, algunos tendrán más recursos para gastar en sus campañas, etcétera. Y, sea cual fuere la forma de designación original, su desempeño en el cargo puede estar influenciado por los incentivos que existan para reelegirse o bien evitar ser removido.

(…) Sin duda, designar a representantes y servidores públicos mediante el voto popular tiene virtudes: la legitimidad del voto directo no es trivial ni debe menospreciarse. De hecho, valdría la pena preguntarnos por qué son tan pocos los servidores públicos que se eligen mediante el voto popular y por qué son tantos los que se designan directa o indirectamente por los gobernantes. ¿Por qué no votamos por el fiscal General de la República o por los miembros del gabinete? ¿Por qué no aplicamos una revocación de mandato en el Conacyt? ¿Por qué no votamos si se mantienen o no los subsidios a las gasolinas? El pueblo pone y el pueblo quita, sólo algunas veces.

Reforma electoral, ¿ahorita? (5 mayo 2022)

El pasado 28 de abril, el Presidente de la República envió a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma constitucional en materia electoral. La iniciativa toca diferentes aristas del sistema político-electoral del país, unas de mayor o menor relevancia o trascendencia, pero destacan cuatro: una renovación total de los institutos y tribunales electorales locales y federales, una transformación del sistema electoral del Poder Legislativo, congresos y cabildos, una reducción en el financiamiento público a partidos y el acceso a medios, y una redefinición de la propaganda gubernamental.

El aspecto más preocupante de la iniciativa es el “borrón y cuenta nueva” del INE y TEPJF —órganos constitucionalmente autónomos— y la desaparición de los institutos y tribunales electorales locales. La propuesta de renovar cada seis años a todos los consejeros y magistrados es una idea grave y regresiva: la renovación escalonada de los cuerpos colegiados es clave para preservar la autonomía e independencia relativa de estos organismos. Sea cual fuere el método de designación, imagine un escenario en el que cada elección presidencial es organizada y calificada por autoridades con menos de dos años de experiencia en sus respectivos cargos. Continue reading

La aritmética de la revocación de mandato

En tres columnas anteriores he discutido algunos problemas de la figura de revocación de mandato presidencial, introducida en la Constitución apenas en diciembre de 2019, y cuya ley secundaria apenas está siendo discutida en las cámaras estos días.

La revocación de mandato es, en general, una mala idea. En particular, introducirla y activarla cuando un mandato sexenal ya está en marcha es peor idea aún. La razón principal de mi crítica es que cambiar las reglas del sistema político-electoral en medio de un sexenio en marcha puede ser una forma de beneficiar o perjudicar injustamente al Presidente en turno, y esto puede resultar antidemocrático.

En esta cuarta entrada me ocupo de la aritmética de una inminente revocación de mandato en México.

La aritmética de la revocación de mandato (20 de agosto de 2021)

En columnas anteriores he discutido algunos problemas de la figura de revocación de mandato presidencial, introducida en la Constitución apenas en diciembre de 2019, y cuya ley secundaria apenas está siendo discutida en las cámaras: ¿es sensato remover a un presidente con base en una ley promulgada apenas unos meses antes? Hoy me ocupo de otros problemas.

Como sabemos, la única vía para activar la revocación de mandato presidencial es mediante la solicitud de por lo menos un tres por ciento de la lista nominal de electores: poco más de 2.68 millones ciudadanos que, además, deben provenir de al menos 17 entidades y que representen, como mínimo, el tres por ciento de la lista nominal de cada una de ellas. Es decir que activar un proceso revocatorio implica un importante esfuerzo de acción colectiva. A diferencia de otras figuras de democracia directa, como la consulta popular, la iniciativa ciudadana, incluso las candidaturas independientes, tiene cierto sentido que una revocación de mandato requiera umbrales mayores para ser activado. La revocación es una solución límite o de última instancia en un régimen presidencial, caracterizado por un periodo fijo de gobierno.

La aritmética de los votos y las opiniones de una revocación de mandato también puede ser bastante incómoda. Considere un escenario hipotético en el que los últimos tres presidentes constitucionales de México hubieran sido elegidos con la figura de revocación de mandato. En 2006, Felipe Calderón fue elegido presidente por poco más de 15 millones de votos con una lista nominal de 71.3 millones de electores: 21% de la lista nominal le dio la presidencia. Cuatro años más tarde, un 20%  de la lista nominal (es decir, la mitad más uno del umbral de 40% de participación requerido por la constitución) podrían haberlo removido. En 2012, Peña Nieto fue elegido con 19.158 millones de votos de una lista nominal de 79.4 millones de electores: 24.1 por ciento de la lista. Cuatro años más tarde, otro 20% de la lista nominal pudo haberlo removido.

En 2018, López Obrador fue elegido con 30.113 millones de votos de una lista nominal de 89.3 millones de electores: 33.7% del electorado. Pues bien, el año próximo, un 20% de la lista nominal podría removerlo. Estos tres ejemplos hipotéticos ilustran como sería posible que una quinta parte del electorado remueva a presidentes que fueron elegidos por una proporción mayor del electorado.

Ahora bien, supongamos que la revocación de mandato prospera al contar con la mayoría absoluta de al menos un cuarenta por ciento del electorado del país. Otro problema no menor es que, si la revocación prospera en un sexenio cualquiera, esto implicaría contar con cuatro presidentes en un periodo de poco más de dos años: el mandatario saliente, el provisional (es decir, quien ocupe la Secretaría de Gobernación), el presidente sustituto —designado por una mayoría absoluta del Congreso de la Unión para concluir el sexenio—, y el nuevo presidente constitucional elegido en las urnas. Frente a este escenario, surgen varias preguntas: ¿Qué tan malo debe ser un gobernante para que se justifique tal nivel de inestabilidad política en tan poco tiempo? ¿Cuánta legitimidad puede tener un presidente sustituto designado por el Congreso? En el contexto nacional actual, ¿de qué sirve remover a un presidente cuando su partido cuenta con la mayoría de ambas Cámaras?

Por último, supongamos que la revocación no prospera y el presidente en turno (el que tenemos ahora o cualquier otro del futuro) es ratificado en el poder. Sin duda él y su partido resultarían fortalecidos con miras a las elecciones presidenciales que ocurrirán dos años más tarde. Si un presidente tiene más entusiasmo por activar un proceso revocatorio que la oposición partidista o de la sociedad civil, ¿estamos frente a un mecanismo de control democrático o una estrategia de propaganda?

Actualización 17oct19: ya son tres.

Coaliciones electorales y sobrerrepresentación

Este post resume trabajo en proceso en coautoría con Javier Marquez.

La relación entre votos y curules obtenidas en la Cámara de Diputados en México no es lineal. Las curules de mayoría relativa tienen sesgo de sobrerrepresentación, mientras que las curules de representación proporcional se reajustan cuando algún partido activa el límite establecido (ie, que la diferencia entre el porcentaje de votos y el de curules por partido no puede exceder a 8%). Esta gráfica de oraculus y Javier Márquez lo ilustra con claridad (fuente: https://oraculus.mx/diputados2021).

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A pesar de tener representación proporcional, el sistema electoral mexicano induce sobrerrepresentación o desproporcionalidad en el Congreso. Existe la idea errónea de que, al contar con 200 curules plurinominales, el “sistema es proporcional pero las coaliciones lo estropean”. Esto no es correcto.

Las 200 curules asignadas por las listas de representación proporcional (RP) atenúan el sesgo mayoritario de las 300 curules uninominales o de mayoría relativa (MR), pero no lo eliminan. Y los límites a la sobrerrepresentación existentes –ie, que la diferencia entre el porcentaje de votos y el de curules por partido no puede exceder a 8%, y que ningún partido pueda tener más de 300 curules– son remedios imperfectos y contingentes.

En conjunto, el sistema electoral mixto mexicano (300 MR + 200 RP + límite 8%) mantiene un sesgo mayoritario, es decir, la sobrerrepresentación de unos partidos a costa de otros. Aunado a esto, algunos partidos políicos han usado las coaliciones electorales para burlar el tope de 8% y exacerbar la sobrerrepresentación. Así lo hizo el PRI-PVEM en la elección para diputaciones federales de 2015. Y así lo hizo la coalición Morena-PT-PES en las elecciones de 2018.

La siguiente gráfica compara el porcentaje de votos obtenido por los partidos en 2018, agrupados en 3 bloques, con 3 diferentes repartos de la Cámara:

  • Distribución del voto total para diputaciones en 2018 (barras color verde): Morena+PT+PES 43.6%, PAN+PRD+MC 27.6%, PRI+PVEM+NA 23.8%.
  • A. Una Cámara hipotética si no hubiera habido coaliciones (barras azul marino)
  • B. La asignación inicial de curules para la Cámara de Diputados (23-ago-2018)
  • C. Distribución de curules MR: una Cámara “sin plurinominales” (barras color gris).

La brecha entre los votos y la Cámara hipotética (A) denota el sesgo mayoritario del sistema si no hubiera habido coaliciones. La brecha entre la Cámara hipotética (A) y la asignación inicial de la Cámara (B) denota el sesgo adicional inducido por las coaliciones. La brecha entre los votos y la distribución de curules MR (C) denota la sobrerrepresentación si no hubiera plurinominales.

Por otro lado, suele pensarse que las coaliciones sirven para ganar votos en distritos reñidos y, con ello, maximizar triunfos de mayoría relativa entre los partidos coaligados. Pero no siempre es así: las coaliciones buscan aumentar el tamaño de la bancada conjunta de los partidos aliados, tanto en MR como en RP, burlando el tope de sobrerrepresentación de 8%.

La coalición de Morena-PT-PES en 2018 ilustra esta estrategia. Si no hubiera habido coalición pero los votos observados en 2018 se mantuvieran sin cambio, los resultados hubieran sido:

Votos Morena + PT + PES: 37.3 + 3.9 + 2.4% = 43.6%
Morena: 227 MR + 19 RP = 246 curules
PT: 0 MR + 14 RP
PES: 0 MR + 0 RP
Total: 227 MR + 14 RP = 260 curules (52%)

Sin embargo, con la coalición, el reparto fue el siguiente:

Morena 106 MR + 85 RP = 191 curules
PT 58 MR + 3 RP = 61
PES 56 MR + 0 RP = 56
Total: 220 MR + 88 RP =
308 (61.6%)

En el escenario hipotético “Sin coalición”, entre Morena + PT + PES hubieran ganado en 227 distritos MR, gracias al voto de Morena, pero sólo tendrían 33 diputaciones RP. Sin embargo, con la coalición, entre los 3 partidos ganaron en 220 distritos… pero pasaron de 33 a 88 plurinominales. La “coalición” implicó perder 7 distritos MR pero permitió ganar 55 plurinominales, para una ganancia neta de 48 diputaciones para la coalición.

Es así como las coaliciones han sido utilizadas para transferir triunfos de mayoría relativa del partido mayoritario a los partidos aliados de menor tamaño, para así conseguir un mayor número de diputados plurinominales y una bancada que, en conjunto, supera en más de 8% los votos obtenidos: con 45.7% de la votación nacional emitida, consiguió 61.6% de la Cámara inicial, una diferencia de 15.9%.

Pruebas clínicas y eficacia de las vacunas

Esta semana dediqué mi columna de Excélsior a comentar diferentes aspectos de las vacunas contra e SARS-COV-2, con énfasis en el cálculo de su eficacia en pruebas clínicas. Aquí encontrarán la columna e información adicional.

Eficacia de las vacunas (4 de febrero de 2021)

Como bien sabemos, el mundo entero se encuentra en una carrera contrarreloj para conseguir un conjunto de vacunas contra covid-19 que sean eficaces, económicas y manejables. Consideremos tan sólo cinco de las vacunas que ya han comenzado a utilizarse o están por hacerlo en diferentes países del mundo, incluido el nuestro: Pfizer-BioNTech, Moderna, Oxford AstraZeneca, Sputnik V y CanSino. Según datos de los respectivos laboratorios, compilados por la Organización Mundial de la Salud, estas vacunas tienen algunas diferencias que pueden afectar el reto logístico de su aplicación en grandes poblaciones.

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Por ejemplo, la vacuna de Pfizer fue la primera en ser aprobada para usos de emergencia en varios países, sin embargo, requiere ser almacenada a menos de setenta grados centígrados, lo cual dificulta su manejo y distribución en lugares que no cuenten con esa capacidad de ultracongelado. Por otro lado, la vacuna Moderna sólo requiere un enfriamiento de menos veinte grados, mientras que la de Oxford/AstraZeneca puede preservarse en refrigeradores comunes y corrientes, lo cual facilita mucho el reto logístico de su distribución y aplicación. La mayoría de las vacunas que están en desarrollo requieren de dos dosis, mientras que la vacuna china CanSino sólo requiere una dosis, lo cual facilitaría mucho su aplicación a población abierta.

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Infierno electoral y el conteo rápido de EDOMEX 2017

El libro “El infierno electoral: El fraude del Estado de México y las próximas elecciones de 2018” (Grijalbo, 2018), coordinado por Bernardo Barranco, ha sido reiteradamente utilizado para cuestionar mi integridad como aspirante a lo largo del proceso de selección de consejeros electorales del INE este año. Como este proceso se encuentra a punto de concluir, quiero hacer una serie de aclaraciones importantes.

En 2017, junto con cuatro especialistas más, formé parte del Comité Técnico Asesor del Conteo Rápido para la elección de gobernador(a) del Estado de México (COTECORA). Aclaro que no participé en ninguna otra etapa de aquel proceso electoral.

Por principio de cuentas, manipular un conteo rápido tendría poco sentido práctico, puesto que alterar una estimación con base en una muestra de casillas tendría sólo un breve efecto distractor que sería inmediatamente reemplazado por los datos del PREP o los cómputos distritales de todas las casillas.

En el libro referido, el exconsejero electoral Gabriel Corona, señala algunos problemas observados en los tres simulacros realizados previamente al conteo rápido oficial. Estos problemas, consistentes en diferencias entre los datos ficticios distribuidos al personal de campo, los datos dictados mediante llamadas de voz y los datos recopilados en centro de captura, fueron documentados en los informes respectivos entregados por el Comité Técnico al IEEM donde se comentaron diversas fuentes posibles de error. Cabe aclarar que el propósito de los simulacros es, justamente, detectar fuentes de error y corregirlas a tiempo para no comprometer el ejercicio estadístico definitivo. Es claro que, de no corregirse estos problemas, las estimaciones definitivas podrían sobreestimar o subestimar a alguno de los contendientes.

Estos problemas fueron atendidos en gran medida en el conteo rápido del 4 de junio de 2017. La evidencia central de esto radica en el hecho simple y contundente de que el Conteo Rápido del Estado de México NO sobreestimó la proporción de votos del candidato ganador–acaso la subestimó por 0.10 puntos porcentuales–, como puede apreciarse en esta tabla comparativa:

Estos son los detalles técnicos del Conteo Rápido del Edomex: Aquí el informe sobre los simulacros del conteo rápido (31 de mayo de 2017). Aquí encontrarán el Informe Final sobre el Conteo Rápido de la Elección para Gobernador del Estado de México 2017. (26 de junio de 2017). No sobra decir que ambos documentos fueron conocidos por el Consejo General del IEEM, del cual el Dr. Gabriel Corona formaba parte en aquel entonces.

Para mayor abundamiento, el Dr. Arturo Erdely, integrante del Comité Técnico del Conteo Rápido, publicó un artículo académico analizando la solidez del ejercicio realizado en el Estado de México:

Análisis estadístico ex post del conteo rápido institucional de la elección de gobernador del Estado de México en 2017″, Apuntes Electorales, Núm. 60 (enero-junio 2019).

Para más detalles, pueden consultar esta entrada en mi blog sobre el Conteo Rápido del Edomex (7 junio 2017).

En concreto, no se deben confundir los problemas de los simulacros –atendidos en su momento– con los del conteo rápido definitivo. Espero que esta nota despeje de una vez por todas las dudas sobre mi participación en aquella elección.

Análisis estadístico de los casos COVID-19 en México

Desde que llegó a México la pandemia del virus SAR-COV-2 se ha discutido ampliamente la evolución en el tiempo de los casos confirmados de COVID-19, así como de los fallecimientos. Sin embargo, el cúmulo de datos individuales también puede ser analizado de manera transversal como se muestra enseguida a partir de la base de datos abiertos con corte al 15 de mayo de 2020..

Al 15 de mayo de 2020, se han realizado 163,691 pruebas de SARS-COV-2 en México. Con el corte hasta esa fecha, 45,032 casos han sido positivos, una proporción de 27.5%, frente a 54.7% negativos y 17.7% pendientes. Se han registrado 4,767 muertes confirmadas a COVID (10.6% del total de casos positivos) y 462 pendientes.

Esta es la distribución de resultados entre pacientes vivos y difuntos a la fecha de corte (incluyendo porcentajes de cada fila y columna):Image

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Coronavirus y pandemia Covid-19

En las dos últimas semanas dediqué mi columna de Excélsior para comentar algunos aspectos de la pandemia COVID-19. Aquí encontrarán ambas columnas con algunas gráficas y figuras de apoyo.

La tragedia de la COVID-19 (19 de Marzo de 2020)

La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud declaró a la COVID-19 como una pandemia. A decir de la misma OMS, se trata de la primera pandemia causada por un coronavirus. Sin embargo, a pesar de los alarmantes niveles de contagio, su severidad y la inacción de muchos países, la OMS considera que se trata de una pandemia que puede ser controlada.

Al inicio de esta epidemia, una respuesta comúnmente escuchada en muchos países era que la influenza estacional causaba muchas muertes año con año, de modo que los primeros casos observados en un país u otro no eran señal de alarma. Hoy sabemos que ese diagnóstico es terriblemente falso.

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Fuente: https://www.vox.com/science-and-health/2020/3/18/21184992/coronavirus-covid-19-flu-comparison-chart

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No a la revocación de mandato

La revocación de mandato es una mala idea, en general. Introducirla a lo largo de un mandato que ya está en marcha, es peor aún. El común denominador de algunos países que han impulsado la revocación de mandato en América Latina en años recientes es claro: reformar la constitución para, eventualmente, beneficiarse a sí mismos.

En abril de 2018, durante las campañas, como en marzo de 2019, dediqué mi columna de Excélsior a analizar la figura de “revocación de mandato” que el presidente López Obrador ha propuesto introducir en nuestro sistema electoral buscando que entre en vigor durante su misma administración. Dado que en estas fechas se volverá a discutir el tema en el Senado, aquí encontrarán ambas columnas.

Actualización 17oct19: ya son tres. Continue reading

Marco macroeconómico para 2020

Para mi columna de Excélsior de esta semana revisé los marcos macroeconómicos de los últimos tres años tal y como fueron anunciados en los CGPE de cada año. Aquí encontrarán la columna y los datos básicos.

Marco macroeconómico para 2020. (12 de Septiembre de 2019)

El 8 de septiembre pasado, el secretario de Hacienda entregó al Congreso el así llamado “paquete económico” para el año 2020, el cual incluye criterios generales de política económica, una iniciativa de Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF). La Ley de Ingresos involucra a ambas Cámaras, mientras que el presupuesto es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados. Este proceso presupuestal debe concluir a más tardar el 15 de noviembre entrante.

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Pobreza 2008 vs 2018

Pobreza, diez años después. (8 de Agosto de 2019)

El pasado 5 de agosto, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social publicó sus estimaciones más recientes sobre la población en condición de pobreza en México.

Las estimaciones se realizan a partir de los datos recopilados por el Inegi en la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, levantada cada dos años, y tienen la ventaja de permitir comparar la evolución de la pobreza en el periodo 2008 a 2018 tanto a nivel nacional como para cada una de las entidades del país.

A primera vista, los resultados son desalentadores. Entre 2008 y 2018, la población con ingresos inferiores a la línea de pobreza pasó de 49 a 48.8 por ciento. En números absolutos, pasamos de 54.7 a 61.1 millones de personas con ingresos menores a la línea de pobreza. En cuanto a la población con ingresos menores a la línea de pobreza extrema, su porcentaje no tuvo cambio alguno en estos diez años: 16.8 por ciento.

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¿Desaceleración económica o recesión?

Las consecuencias de la desaceleración económica (1 de Agosto de 2019)

Esta semana el Inegi dio a conocer su estimación oportuna del Producto Interno Bruto en México para el segundo trimestre de 2019. La variación del PIB respecto al primer trimestre del año fue de 0.1% usando datos desestacionalizados. Si bien los cambios de corto plazo importan menos que las tendencias de largo plazo, este dato es relevante porque, durante el primer trimestre del año, esta misma variación había sido negativa (-0.2%) —y una definición simple de una recesión económica implicaba, justamente, dos trimestres consecutivos con decrecimiento económico. Y aunque este último dato trimestral puede ser revisado y existen otros criterios más precisos para diagnosticar una recesión, por el momento, la amenaza de entrar en ella puede pasar a un segundo término. Aunque sea de panzazo.

Lo que es ineludible es que estamos en un franco periodo de desaceleración económica. En su serie original, la tasa de crecimiento anual —que compara el segundo trimestre de 2019 con el mismo trimestre del año anterior— fue de -0.7%, mientras que en la serie desestacionalizada esta tasa fue de sólo 0.4%. Destaca que las actividades secundarias —tales como construcción, energía, minería e industrias manufactureras, etcétera— han mostrado tasas anualizadas negativas en dos trimestres consecutivos, -2.1 y -1.6, respectivamente. La tendencia de un tiempo a la fecha es preocupante, pues, como bien señaló Jonathan Heath, “el crecimiento promedio anual de los últimos cinco trimestres es 0.04%”.

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Elecciones presidenciales 1994-2018: ¿ciclo electoral?

Hace algunos años elaboré una gráfica triangular (triplot) con los resultados de elecciones presidenciales entre 1994 y 2012. Esta es una gráfica actualizada para incluir los resultados de 1994 a 2018.

Si suponemos que en 2018 Morena ocupó el espacio o eje que antes correspondía al PRD –lo cual puede ser un supuesto debatible–, la interpretación del gráfico es similar a la de mi post previo.

He aquí la explicación del post previo:

Como sabemos, el margen de victoria entre dos punteros no cuentan toda la historia de una elección multipartidista. Si consideramos solamente la suma de votos obtenidos por los tres principales candidatos del PRI, PAN y PRD (Morena en 2018), y calculamos los porcentajes respectivos, podemos utilizar una gráfica triangular (triplot) para ilustrar en dos dimensiones el resultado de una elección de tres candidatos.

Cada punto en el triángulo ilustra la proporción de votos obtenida por el candidato(a) del PAN, PRI y PRD/Morena en  las 5 elecciones presidenciales más recientes (1994 – 2018). Los porcentajes de votos de la gráfica difieren de los resultados oficiales porque han sido normalizadas para que sumen 100%, es decir, ignoran los porcentajes de otros candidatos, nulos o no registrados.

El eje horizontal mide el porcentaje de votos del PRI, la diagonal izquierda el del PRD/Morena y la derecha el de PAN. De este modo los puntos cercanos a la “Y” en el centro del triángulo indican elecciones reñidas, mientras que cualquier punto cercano a los vértices del triángulo denotan elecciones cargadas hacia uno de los candidatos. La “Y” separa 3 posibles regiones ganadoras: PRD/Morena hacia arriba, PRI hacia la izquierda y PAN hacia la derecha.

Como se aprecia, 1994 fue una elección dominada por el PRI, luego tuvimos dos elecciones donde las preferencias se acercaron más al PAN, en 2006 casi cruzamos a la zona del PRD, y en 2012 tuvimos un “retorno hacia el PRI”. Los movimientos laterales entre una elección y otra se les conoce en la literatura como swing. El patrón de las 5 elecciones presidenciales parece dibujar una especie de ciclo electoral propio de elecciones bajo regla de mayoría.

¿Palomas mensajeras a la Corte?

En mi columna semanal para Excélsior (11-abr-2019) discuto la iniciativa de Ricardo Monreal para ampliar la SCJN.

¿Palomas mensajeras a la Corte?

El pasado miércoles 3 de abril, el presidente informó a través de sus redes sociales que se había reunido con el senador Ricardo Monreal a desayunar chilaquiles. Un día después, conversó con el ministro presidente de la Suprema Corte, Arturo Zaldívar, y reiteró que existía “un ambiente excepcional caracterizado por la amistad, cooperación y respeto a la división y equilibrio de poderes”.

Ese mismo día, el senador Monreal, coordinador del grupo parlamentario de Morena, presentó una iniciativa de reforma constitucional para ampliar la Suprema Corte de Justicia de la Nación de 11 a 16 ministros.

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